A finales del año pasado, durante una de esas periódicas crisis políticas americanas en las que el congreso de los Estados Unidos intenta decidir si van a cerrar el gobierno o no, la Casa Blanca pidió a los líderes de ambos partidos que aprobaran un paquete de ayuda militar para Ucrania, Taiwan e Israel. Los demócratas, que controlaban el senado, se aprestaron a sacar adelante esta iniciativa, siguiendo con la tradicional política de alianzas del país. Los republicanos en la cámara de representantes, por desgracia, estaban (...)