"El aumento de las videollamadas grupales en el confinamiento, ha obligado a los principales sistemas de mensajería gratuita a implementar programas que faciliten la relaciones interpersonales". "Esto ha abierto una nueva ruta a los ciberdepredadores sexuales para engañar a los menores", agrega, para precisar que muchas víctimas desconocen las verdaderas intenciones de su interlocutor al tomarlo como "un juego inofensivo". Las autoridades reconocen que, "como en Internet no existen fronteras, ni una ley global", se topan con dificultades.