13 de julio de 1984, Terry Wallis iba conduciendo su furgoneta con dos amigos por las montañas Ozark, Arkansas, cuando se salió de la pista forestal, dio una vuelta de campana y salió despedido. Tenía 19 años, estaba casado con una joven de 15 años y tenían una hija de 6 meses. Cuando la policía encontró la furgoneta, Wallis estaba en coma. Y así quedo hasta que en 2003, 19 años después del accidente, empezó a hablar.