El gurú de la especulación, George Soros, y el estado de Noruega financiaron a las organizaciones de Ada Colau y de David Bondía con más de medio millón de euros para desarrollar los programas de “ciudadanía activa” pero que, finalmente, sirvió para engrasar el activismo secesionista en Cataluña. Open Society Foundation (OSF), la organización de Soros, destinó importantes cantidades de dinero a los grupos que formaban el Observatori DESC de Cataluña, del que Ada Colau era una de sus dirigentes más activas