Hace unos meses uno de los medios de comunicación que más contribuyen a la pornomiseria logró convencernos de que había lugar para la autocrítica y para la transformación. Muchas celebramos que un espacio hablara por fin en prime time de la violencia de género. Aplaudimos que la docuserie de Rocío Carrasco no se quedara en un mero salseo y contara con voces expertas en violencia de género. Unas semanas después, se escucha gritar a periodistas de la cadena gritar, sobre la pareja del maltratador, "¡Olga ha demostrado que sí tiene coño!".