En el primer tercio del siglo XVI, aún quedaba un Colón sobre la tierra que quería pasar a la posteridad. Su nombre era Hernando y tenía un sueño: levantar en Sevilla una fabulosa biblioteca que contuviera todos los libros de su época. Para ello, había agotado su vida y su poca fortuna en cruzar por mar y a caballo Roma, Amberes, Bruselas, Venecia, Génova, Colonia, Basilea y otras ciudades de la Europa renacentista. Edward Wilson-Lee tratar de restaurar en pleno siglo XXI su perdida biblioteca. “¡Recupero un libro cada día!"