Nefrólogos de hospitales públicos de Valencia, Almería y Barcelona, entre otros centros sanitarios, recibieron entre 2007 y 2015 millones de euros en “pagos inapropiados”, contratos de “consultoría sin control”, “regalos” y “viajes”, entre otras prebendas, de la multinacional alemana Fresenius. El objetivo de la compañía, líder mundial en productos para diálisis, era lograr que los facultativos les adelantaran información confidencial sobre concursos públicos, “enviaran a pacientes a sus clínicas” y “utilizaran los productos más caros".