Abogó por un feminismo que diga “se acabó”, el lema popularizado por la selección femenina de fútbol, “a pesar de algunos”, y por uno “para vivir en paz, comprometido con las mujeres palestinas y con los derechos humanos”, que “no son relativizables y deben aplicarse en todos los lugares, también en Palestina”. También por un “feminismo diverso y plural, inclusivo e interseccional”, y del “99%”, es decir, que “luche por todas las mujeres cuyo techo es la vida cotidiana”, porque “no hay libertad para ninguna si no es la libertad de todas”