La pandemia ha alumbrado un despiadado mercado negro del oxígeno ante la escasez de un recurso que marca la diferencia entre la vida y la muerte para los enfermos de covid. Los precios se han multiplicado por diez en India, que hoy sufre la peor emergencia de oxígeno del mundo, aunque también han pasado por lo mismo Brasil, México, Perú, Colombia, Albania o Malawi.