Hace unos días el PP recibió en su sede de Génova una felicitación navideña intempestiva: la del butanero. En un primer momento, visto cómo se la gastan los populares al volante, muchos pensamos que a lo mejor Carromero había montado una autoescuela. Entre espías que derrapan sin carné, políticos que conducen borrachos, magistrados que corren en moto sin casco y lideresas que atropellan motos por las bravas, más tarde o temprano tenía que pasar algo. Era lógico que después de saltarse el código penal, el código civil y hasta el código ...