Keith Simons de 13 años, que tenía planeado una masacre en su escuela, cambió de opinión a último momento y en lugar de atacar a sus compañeros, se encerró en un baño del centro de estudios y se pegó un tiro. Ocurrió el pasado 20 de febrero en Jackson, Ohio, pocos días después del tiroteo ocurrido en la secundaria de Parkland, en Florida, donde murieron 17 personas, la mayoría adolescentes. Las cámaras indican que Simons bajó del autobús escolar, se dirigió al baño, salió de él ya con el rifle en sus manos, pero segundos después se pegó un tiro