En Hoover, una localidad situada en Alabama, un equipo de baloncesto femenino ha ganado la liga masculina de su categoría, pero no ha recibido el trofeo. Según denuncia la madre de una de las jugadoras en Facebook, el equipo fue obligado a jugar el campeonato masculino bajo la amenaza de perder el acceso a las instalaciones donde entrenaban normalmente si no accedían. Las niñas aceptaron el reto, se esforzaron para estar al nivel de sus homólogos masculinos, ganaron la competición, pero, al final, no obtuvieron el trofeo.