Miguel explica que el parte de lesiones es obligatorio ante cualquier situación de violencia. Denuncia que, “por desgracia, todavía el número de partes de lesiones es mínimo”. Esto se debe a que existe “un posicionamiento cultural, un planteamiento que sostiene que la mujer es la que tiene que denunciar, que, si ella no lo hace, quién soy yo para ello”. “Esos mitos son los que dejan a la mujer sola y a los profesionales incumpliendo su responsabilidad”.