Kandy gira alrededor de la reliquia del diente sagrado de Buddha, llevada desde la India a Sri Lanka allá por el siglo IV, y pasó por Anuradhapura, Polonnaruwa y algún otro destino antes de recaer en Kandy, a finales del siglo XVI, cuando se construyó el templo que lo alberga, con su mismo nombre, y que es centro neurálgico de la ciudad, a las orillas del gran Lago.