Fue una de las imágenes que en 2022 mejor ilustraron la situación de Doñana: la laguna de Santa Olalla, la más grande del enclave natural y de carácter permanente, se secaba por completo a finales de agosto. Se tenía constancia de que aquello ya había ocurrido antes, en las sequías de 1995 y 1983, pero se advirtió de que las previsiones no eran precisamente para ser optimistas. Y así está ocurriendo, porque el paraje natural encadena ya 11 años secos –el periodo más largo desde su creación hace más de medio siglo– y afronta este verano con la s