La fecha, 25 de noviembre de 1953. El lugar, el legendario estadio de Wembley, en el norte de Londres, Reino Unido. 120.000 espectadores llenaron las gradas para ver a Inglaterra jugar contra Hungría. El equipo húngaro llevaba tres años invicto mientras que Inglaterra jamás había perdido un partido internacional en Wembley. Los dos capitanes, Billy Wright y Ferenc Puskas, se dieron la mano. El árbitro sopló el silbato. El encuentro, denominado el "partido del siglo" por los medios internacionales, había comenzado.