En caso de determinarse como un beso no consentido, se trataría de un delito tipificado como "asalto indecente", castigado con una pena máxima de cinco años de cárcel en Australia. La Policía de Australia, donde se jugó la final del Mundial Femenino de Fútbol, podría investigar el beso dado por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, a Jenni Hermoso tras la victoria de la selección femenina si la futbolista denunciara o testificara en el país océanico.