Como hay cosas que no se pueden reformar, en Occidente no hay nadie con medio cerebro para eliminar las prácticas neocoloniales habituales por lo que su comportamiento sigue siendo el mismo de siempre. Aunque Biden se vea obligado a reconocer que todo está cambiando y que habrá un nuevo orden mundial que, por supuesto, EEUU tiene que seguir encabezando, el comportamiento es como siempre: yo mando, tú obedeces. Su orden y sus reglas. EEUU manda, Europa obedece. Pero en otras partes, sobre todo en África, Europa manda y el resto obedece.