“Cuando vivía en Escocia, en el trabajo siempre estaba buscando estadios, mapas, combinaciones de tren, ofertas. Si tenía un par de días libres aprovechaba para ir a otra ciudad”, recuerda Koti. Hasta el punto de alquilar un coche con un amigo con el que se recorrió desde Edimburgo a Bristol de estadio en estadio. “Sólo en un día peiné seis”. Con ese amigo común, Gordo acaba de dar un golpe sobre la mesa: un viaje de cinco días, siete países y 23 estadios por Europa del este. “Un auténtico mazazo”, dice.