Muchos animales que viven en grupo han desarrollado mecanismos para avisarse unos a otros del peligro. Los más sofisticados, como algunos monos de África, tienen llamadas identificativas para cada peligro; el aullido para advertir de la presencia de un leopardo, de un ave rapaz o de una serpiente, por ejemplo. Pero, ¿son estos sistemas innatos o aprendidos? La pregunta es interesante porque en algunos estudios con aves se ha visto que perdían el miedo a sus depredadores en tan solo una generación, lo que induciría a pensar que son aprendidos.