Se está ayudando poco a los padres, a nivel económico y laboral, a que mantengan un tiempo para estar con sus hijos, para realizar actividades con ellos, fomentando así una adecuada evolución personal y social. Estas son las verdaderas medidas preventivas resultan mucho más rentables económica, social, emocionalmente y en otros muchos sentidos. Las políticas educativas que pretenden arreglar el fracaso escolar con más horas de institución a cualquier edad, transmiten la creencia errónea de que hay que “socializar” a los bebés a los pocos meses.