Judith Permar, de 56 años, condujo su lujosa camioneta Hummer la madrugada del domingo, cuando no había nadie a la vista, hasta un contenedor donde la gente deja las prendas que quiere donar para los pobres, justamente en la época en la que más abrigo necesitan por las temperaturas invernales. El resbalón llegó cuando ya había conseguido sacar un considerable volumen, pero no alcanzó a retirar su brazo, que quedó atrapado en el agujero. La caída le causó una fractura en la muñeca y la dejó colgando sin que sus pies alcanzasen el suelo.