Ni tecnófilos ni tecnófobos pueden predecir, aunque quieran, la emergencia, el comportamiento de la cibercultura. Suele ser un misterio el cómo nos apropiamos, a nivel social, de la tecnología, de hecho, cada cultura se la apropia de maneras diferentes. En nuestro país, y más específicamente, en nuestras grandes ciudades, se esta dando un fenómeno que los medios y el ámbito académico empiezan a observar con detenimiento: los “cibers” y/o “locutorios”.