"O se van ellos los gitanos o nos acaban matando a todos". Los vecinos payos de Cortegana, un pueblo de la sierra de Huelva, justifican así los altercados racistas del domingo. El detonante fue la detención de dos individuos de etnia gitana acusados de la muerte, a principios de enero, de un hombre de 55 años deficiente mental. Los detenidos son miembros de la familia Montoya, a la que los vecinos acusan de tres de los cinco asesinatos registrados en el pueblo en 10 años.