En pleno barrio de Aluche, a tiro de piedra de una biblioteca pública, colindando con un parque y a un kilómetro de distancia de un instituto, se erige un imponente edificio. Lugar público como los anteriores, la diferencia reside en que ahí se encierra a personas contra su voluntad por una falta administrativa y se cometen atropellos a numerosos derechos y leyes.