La comparsa "La Oveja Negra", de Martínez Ares, vuelve a denunciar el crimen y la bajeza de la tauromaquia, durante la primera semifinal del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz. "Volvemos al lamentable culto taurino, la prehistoria y al desatino. Ni es trabajo ni eso es arte, son manos manchadas de sangre, solo hay un animal. Y el asesino, un asesino, un asesino". Ya en 1994 esta misma comparse cantaba otro pasodoble que denunciaba el crimen organizado del toreo.