Decía Dana White, el presidente de la UFC de artes marciales mixtas, que si en una habitación hay personas jugando al fútbol en una esquina, al baloncesto en otra, al fútbol americano en una tercera y peleando en la restante, todo el mundo irá a ver la pelea. Según él está en el ADN del ser humano. Las peleas nos gustan, nos llaman la atención, nos escandalizan o nos producen morbo, pero las prestamos atención. En el caso del hockey sobre hielo, en el que está permitido que dos jugadores lleguen a las manos, sucede algo parecido.