tras un año de guerra, España sigue recibiendo gas procedente de Rusia y de hecho ha elevado con fuerza estas importaciones. Las compras de gas ruso de empresas energéticas españolas se han disparado casi un 63%, superando los 58.000 gigavatios hora (GWh), frente a los 35.650 GWh de los doce meses anteriores, según los registros de Enagás, el operador del sistema gasista español. Rusia se ha colocado como el cuarto mayor proveedor de gas de España, sólo por detrás de Estados Unidos, Argelia y Nigeria.