Después de años de excesos confesados por él mismo, el músico cambió de un modo radical su vida, y se convirtió en Testigo de Jehová. Desde entonces fue un estudioso de la Biblia y un estricto vegetariano. "Prince es un hombre espiritual. A veces estudiábamos por horas, seis, siete, ocho horas por día. Nos sentábamos y nos metíamos en las escrituras"