Islamofobia es lo mismo que antisemitismo, ambos son neologismos que apuntan a un mismo fin: dinamitar cualquier discurso incómodo acusando al emisor de racista. Un claro uso de argumento ad hominem, en el cual se presuponen las motivaciones del oponente dialéctico. Porque la única razón que puede explicar que alguien critique esa maravillosa religión de paz y amor que es el Islam, es que esté cegado por el racismo; así como todo aquel que dude del derecho del Estado de Israel a la ocupación y limpieza étnica en Palestina, es sin duda un nazi.