La sentencia no puede ser recurrida. Es decir, la Europea del Atlántico no ha logrado parar el decreto del ministro Manuel Castells que obliga a los campus a cumplir unos criterios mínimos de calidad para poder considerarse universidad: plantilla (50% doctor), el número de alumnos (masa crítica razonable para actuar como una universidad, no un colegio), titulaciones (un mínimo de 10 carreras, seis posgrados y dos programas de doctorado), ramas de conocimiento (tres de las cinco) o el porcentaje del presupuesto que dedican a investigación