Más del 80% de las personas mayores prefieren envejecer en el hogar. Estudios coinciden en que las personas mayores tienen más miedo a perder su autonomía e independencia que a la propia muerte. En su casa y en su entorno, donde se sienten seguros, es mucho más fácil mantener esta independencia, que una residencia o cualquier otro centro, donde los horarios y las rutinas están mucho más marcados y son mucho menos flexibles. Las personas quieren vivir en su casa y en su entorno, cerca de la gente que conocen y donde todo les resulta conocido.