No nos habíamos acostumbrado a que nos dieran lecciones diarias de democracia en Venezuela, y repente, el viento cambió hacia Cataluña y decidieron que lo último en democracia es replicar Venezuela en versión española: intervenir imprentas, encarcelar políticos, arrancar símbolos que piden la liberación de estos políticos…la sobreactuación comenzó enviando policías a golpear a gente y cajas de cartón en un referéndum no vinculante –dios mío, tenemos que salvar la democracia, gritaron los que aún no han condenado la dictadura– sigue en marcha...