El descontrol en aguas de Xàbia es absoluto. La masificación hace tiempo que superó los límites de lo razonable. Se llena de embarcaciones recreativas, de buceo, kayaks... La flota pesquera artesanal se las ve y se las desea para faenar en condiciones. Hace unos días echaron a faltar 100 metros de redes en uno de los caladeros habituales. "Nos la habían cortado. Un acto intencionado. Podría ser obra de buceadores que practican la pesca submarina. Los pescadores molestamos; tenemos las redes tiradas donde ellos se divierten buceando".

El Concello lo atribuye a que la población se ha triplicado, que la red se ha extendido a todo el municipio y que Aguas de Galicia aún no ha licitado las obras de nuevos depósitos.

Todos tenemos derecho a viajar, pero el enfoque moderno olvida a las personas, la identidad de los lugares y nuestra propia visión de los demás ¿Nos han vendido que viajar es una forma de alimentar nuestro ego?

La gran cantidad de visitantes de la ciudad portuguesa ha empeorado la calidad de vida de sus habitantes por un aumento del tráfico, el ruido y la desaparición de las tiendas de productos de primera necesidad.

La historia del bar de un pueblo es la del auge de las grandes fortunas provenientes de la capital de España. ‘El Rayo Verde’ sirve comidas y bebidas al mismo ritmo que se multiplican las lujosas casas en las verdes colinas cántabras.

El grupo también destrozó el televisor de una de las habitaciones. Las reparaciones de los daños en el hotel se calculan en 1.600 euros

Desde España hasta las islas griegas, las alertas por sequía extrema están poniendo al sector turístico contra las cuerdas. En el sur de Europa se multiplican las voces que se oponen al turismo de masas, a sus piscinas y al despilfarro de un agua cada vez más escasa. Mientras, las autoridades se afanan por encontrar soluciones de ahorro hídrico y salvar así al sector más rentable de sus economías.

Ibiza funciona como un sistema feudal. Los caballeros ahora son empresarios y los campesinos, trabajadores del sector turístico. Ibiza solo es agradable si costeas, sin rechistar, sus tropelías. Desde nueve euros por una cerveza Alhambra en un chiringuito de playa, pasando por el alquiler de camas y balcones a 800 euros al mes, hasta llegar a no poder alquilarte una vivienda en tu localidad natal porque los turistas, y la avaricia de tus conciudadanos, van por delante de tus derechos. Y tendrán las narices de decirte que eso es lo que hay.

Menos de una cuarta parte de los desalojados de la finca de Can Rova, que pagaban un alquiler ilegal de 400 euros a un casero-pirata, han encontrado alojamiento en centros de acogida públicos o privados. "Fue un atropello, los antidisturbios nos golpearon por defender a niños", denuncian los afectados

Los efectos de la sequía ya son más que notables a casa nuestra, cuando nos encontremos inmersos en plena temporada de verano. Especialmente dramática es la situación que se vive en la Marina Alta, donde esta misma semana el centro de salud pública de Teulada-*Moraira ha alertado que el municipio se ha quedado sin suministro de agua potable hasta nuevo aviso. [Cat/Val]

Han planeado diferenciar entre habitantes y visitantes extranjeros, con el argumento de ‘que le resulta más difícil atender a los turistas por la diferencia de lenguaje’ por lo que otorgan un descuento de alrededor de 1000 yenes a los residentes del país, mientras que a los extranjeros se les cobra íntegro la cantidad de su consumo. Otra medida que puede tomarse con respecto a la llegada masiva de turistas al país del sol naciente es el cobrar seis veces más la entrada a turistas al castillo de Himeji, Patrimonio de la Humanidad.

Las Islas Baleares y, sobre todo, Ibiza se han convertido en uno de los iconos más representativos del poderío turístico de España. Ibiza recibe cada año millones de turistas, pese a que su población apenas supera los 150.000 habitantes. Esto ha llegado a generar incluso cierto rechazo entre algunos sectores y grupos en la isla que pedían un turismo más controlado. Pues contra todo pronóstico y para sorpresa (negativa) de hoteles y comercios, el turismo estival no está llegando a Ibiza como se esperaba. Las calles y playas siguen llenas de vida