El 30 de mayo pasado, una joven japonesa veinteañera le preguntó al (ahora ex) Director General del Hotel Grand Hyatt Tokyo, A.Á. (español, foto de arriba) dónde estaba el baño. El señor Á. la acompañó amablemente hasta el lugar, y como quiso ser más “amable”, la acompañó hasta el interior del baño. No sé qué habrá pensando el español, tal vez lo que dicen, que las japonesas son fáciles o cosas parecidas, porque la besó a la fuerza, le tocó varias partes del cuerpo y también hizo que le tocara la “parte delantera del pantalón”.