Por desgracia, internet y la vida conectada tiene muchos peligros, entre ellos el hecho de compartir más información de la que nos gustaría que se sepa de nosotros. A esta realidad no es ajeno tampoco nuestro coche, cada vez más conectado. Es una realidad que los modernos automóviles conectados nos espían, saben por dónde nos movemos, cómo, cuándo, las rutas que cargamos en el navegador, la música que escuchamos... y todos estos datos están accesibles, aunque protegidos. En pocas palabras, tu coche te espía, y esta app... también.