España cerró el año 2015 con la deuda pública en máximos históricos, en el 99,2% del PIB, un nivel que le situó como el sexto país más endeudado de la UE-28, solo por detrás de Grecia, Italia, Portugal, Chipre y Bélgica, todos ellos con una deuda superior al 100% de su PIB, según las últimas cifras publicadas por Eurostat.