Cada vez cuesta más encontrar a gente que quiera trabajar en la hostelería. Un sector al que la pandemia ha castigado duramente, provocando que haya menos formación, menos captación de talento y, por ende, peor calidad del servicio. Empresarios, sindicatos y preparadores coinciden: la falta de personal cualificado es uno de los mayores problemas del colectivo. “Nos contentamos con cubrir las vacantes más allá de que estén preparados”, aseguran en declaraciones a Crónica Global.