El Zendal se repliega ante el aumento de los contagios y de las hospitalizaciones por la quinta ola de covid-19 y ya es menos un vacunómetro y más, un centro hospitalario. Hasta esta semana, dos de sus tres pabellones estaban dedicados a administrar dosis de vacuna a la población y uno, a enfermos ingresados. Sin embargo, ahora se ha aumentado el espacio a los pacientes, que han pasado a ocupar dos pabellones, y reducido el de vacunación, que queda en solo uno.