En el instante de comenzar a redactar estas líneas, la deportista empleada en México Jennifer Hermoso, aparente víctima de un presunto acto de agresión sexual que ha tenido como consecuencia la fulminante muerte profesional y civil del padre de familia Luis Rubiales, supuesto culpable de un delito castigado tras la última reforma del Código Penal con entre uno y cuatro años de prision, persiste en su actitud renuente a colaborar con la Justicia.