La consideramos desechos pero mirando con lupa, a lo largo de la historia la orina ha mostrado tener usos inesperados. Básicamente consiste en agua, urea (del metabolismo de los aminoácidos), sales inorgánicas, creatinina, amoníaco y productos pigmentados de la descomposición de la sangre, uno de los cuales, el urocromo, le da a la orina su color típicamente amarillento.