"17 años después, Terra Mítica cuenta una historia muy distinta, marcada por la pérdida de cientos de millones de euros de la Administración valenciana y las entidades financieras autóctonas (hoy desaparecidas), la especulación inmobiliaria y la corrupción. [...] Herrero y Moreno Carpio contaron que parte del dinero obtenido había tenido como destinatario a Zaplana, que había colocado a su cuñado, Justo Valverde, como director de contratación y servicios generales".