Uno de sus denunciantes es Manuel Moreno Maestre, empresario sevillano dedicado al negocio de las tuberías y cónsul de Turquía en España. Junto a otro socio, acusa al matador de haber cometido un delito societario, administración desleal y apropiación indebida. También de usar como "testaferro" a El Pai, el que fuera compañero de saraos de su madre Carmina Ordóñez junto a El Cabra y El Chuli. A Rivera le reclaman 1,3 millones de euros.