La Generalitat ha reaccionado igual que hace 20 años cuando Walt Disney desechó Tarragona. Hace 20 años también nos dieron con la puerta en las narices. Finalmente, los norteamericanos prefieren otras tierras; pero la reacción ni antes ni ahora es aguantarse y olvidar, sino responder con un “pues yo más”, que se diría más propio de otras idiosincrasias norteñas que del seny catalán. Entonces, como ahora, la Generalitat, también dirigida por Convergència i Unió (CiU), buscó una alternativa.