Hace poco más de veinte años, tuve el placer de trabajar para un conocido periódico local de Móstoles. Digo trabajar, por decir algo, porque realmente no me pagaban, así que supongo que no se le puede llamar trabajar y sí ser becario. Un par de redactoras del periódico decidieron hacer un especial, la verdad muy interesante, ¡querían visitar el poblado gitano que había en Móstoles! Visitar un poblado gitano era algo que considerábamos peligroso, nosotros éramos payos y yo iba a ir con mi cámara personal, la cual podían robarme.