La Europa de Cajal ve nacer, a una velocidad explosiva, una nueva ciencia: la Microbiología. Los trabajos de Louis Pasteur en Francia y de Robert Koch en Alemania han abierto un mundo inexplorado, un camino prometedor que abre posibilidades inéditas en la prevención, seguimiento y curación de algunas de las enfermedades más temibles y más frecuentes: la tuberculosis, la rabia, el cólera, el sarampión, la difteria…