Todo empezó tras una noche de fiesta en el barrio de Cimadevilla, ubicado en Gijón. 'Capi', protagonista de esta historia, y sus amigos paseaban por el barrio, a poco de marcharse a casa, cuando se colaron en una zona de obras. Visiblemente 'alegres', los hombres se enfundaron guantes con la intención de divertirse un rato más.