Robi Matiko, de 54 años, y Busina Samir, de 26, han estado casadas por dos años, pero no comparten la misma cama ni usan ningún anillo. Las dos mujeres viven a unos kilómetros al norte de Serengeti, cerca a la frontera con Kenia. Todas las mañanas, se levantan al amanecer y excavan los campos juntas. En la tarde cocinan y bañan a sus cuatro hijos. Un quinto hijo está en camino, pero Busina no dejará de excavar a pesar de su pronunciado vientre.