Ya nos lo decían cuando estábamos en el colegio: "Llegará un día en el que, en las guerras, lucharán máquinas y no personas". Y sin darnos cuenta, ese día ya ha llegado. No es como aquel futuro apocalíptico en el que hordas de Terminators asolaban la vida humana, pero el presente cada día se parece más a una película de ciencia ficción. Los drones, vehículos aéreos no tripulados, se han convertido en el arma predilecta de Estados Unidos contra el terrorismo. Estas máquinas no entienden de fronteras y hacen prescindibles los ejércitos regulares,