Consuelo Císcar, con la colaboración del subdirector de Gestión Económica, Juan Carlos Lledó, y de la subdirectora técnico-artística, Raquel Gutiérrez, "destinaron, a sabiendas, caudales públicos para adquirir obras falsas, haciéndolas pasar por originales y produciendo así una desviación de fondos hacia José Luis Rueda (hijo del escultor), que se prestó para dar autenticidad a las obras".